Daniela Pina

Como cada semana, la Fundació Banc dels Aliments de Barcelona realiza la distribución de productos frescos, como fruta y verdura, en la ciudad condal. Sin embargo, esta semana lo hace de una manera más sostenible. Gracias a una nueva furgoneta eléctrica, esta vez, el Banc dels Aliments no solo proporcionará alimentos a los ciudadanos más vulnerables, sino que también contribuirá a la reducción de las emisiones CO2 en la capital catalana.

Esta furgoneta eléctrica forma parte de una colaboración entre Endesa y el Banc dels Aliments en la que la eléctrica ha destinado un total de 300.000 euros a la fundación. Una contribución que pretende apostar por la movilidad sostenible como herramienta clave para avanzar hacia un modelo energético sin emisiones y luchar contra el cambio climático.

Esta acción se enmarca en el Plan de Responsabilidad Pública de la empresa, dotado de 25 millones de euros, y su objetivo es hacer frente a la situación económica de muchas familias derivada de la pandemia de covid-19. El acuerdo prevé el abastecimiento de productos básicos y la renovación de infraestructuras logísticas para facilitar su reparto.

Del total de la cantidad aportada, una parte se ha destinado a la renovación de la flota de vehículos de las cuatro sedes catalanas del Banc dels Aliments para promover una movilidad más sostenible. De esta manera, Barcelona ha adquirido una furgoneta eléctrica y Girona y Lleida han elegido un vehículo híbrido, ya que las distancias recorridas en estas provincias son más largas.

Reducción de emisiones

“Hasta ahora, nuestra flota consistía en dos camiones y seis furgonetas, de las que la mitad han quedado fuera de circulación por la normativa de zona de bajas emisiones (ZBE)”, explica el jefe del departamento de logística del Banc dels Aliments, Oriol Dolader. Además, tal y como señala Dolader, en enero, la sede barcelonesa de la fundación contará con un camión ECO con motor diésel, que contamina menos y puede circular por la ciudad.

A través de la nueva furgoneta se dejarán de emitir hasta 110 kilos de CO2 al mes.

El Banc dels Aliments de Barcelona trabaja con un total de 122 entidades de la capital catalana. La mayoría de ellas se encargan de recoger los alimentos en la sede de la fundación. No obstante, algunas no cuentan con los recursos para hacerlo. “La demanda de fruta y verdura ha aumentado considerablemente y hay entidades que no pueden recoger estos productos porque no tienen los medios necesarios”, explica Dolader.Este vehículo eléctrico forma parte de una colaboración entre Endesa y el Banc dels Aliments en la que la eléctrica ha destinado 300.000 euros.Es por ello que desde el Banc dels Aliments surgió la iniciativa “red de frío”, mediante la cual se reparten los alimentos refrigerados y congelados a través de camiones, para largas distancias, y furgonetas, en los barrios cuyas calles son más estrechas.

La nueva furgoneta eléctrica comportará beneficios considerables a nivel medioambiental. La anterior emitía un total de 205 gramos de CO2 por kilómetro. Teniendo en cuenta que el vehículo recorría hasta 536 kilómetros al mes, con el nuevo vehículo se dejará de emitir casi 110 kilos de CO2 a la atmosfera cada mes. Y es que con la furgoneta eléctrica las emisiones pasan a ser cero. Por otro lado, la entidad también ahorrará en combustible. Concretamente, Dolader prevé que “se dejarán de gastar 900 euros al año en gasolina”.

Este vehículo eléctrico forma parte de una colaboración entre Endesa y el Banc dels Aliments en la que la eléctrica ha destinado 300.000 euros.

Consecuencias de la Pandemia

Tras el estallido de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, son muchas las familias que se han quedado sin su principal fuente de ingresos. Un hecho que se ha visto reflejado en la demanda del Banc dels Aliments. “Desafortunadamente, hemos notado un incremento del 40% en la petición de alimentos durante la pandemia”, asegura el jefe de logística de la entidad. De hecho, Dolader destaca que la fundación ha pasado de distribuir alimentos para 112.000 personas en febrero del 2020, a atender a 160.000 durante los meses de confinamiento. “No son recién llegados, son personas locales que, por temas de ERTO y fallidas de empresas, se han encontrado en una situación muy complicada”, señala.

Asimismo, ante el aumento de la demanda, la respuesta ciudadana ha sido muy positiva. Así lo asegura Dolader: “entre marzo y julio han pasado más de 330 voluntarios y la industria alimentaria también se ha volcado con la causa”. El resultado se ha traducido en tres millones de kilos de alimentos que han llegado a 220.000 personas a través de 700 entidades de toda Catalunya. Uno de los programas que se ha reforzado ha sido el reparto de platos cocinados para personas en situación de vulnerabilidad extrema. A través de su red logística el Banc dels Aliments de Barcelona abastece a comedores sociales de la cuidad.

Uno de los factores que ha ayudado a sumar más cantidad de alimentos ha sido el hecho de que muchos restaurantes y hoteles, al permanecer cerrados, han donado el excedente de sus productos. “En lugar de tirarlo han visto con buenos ojos la posibilidad de traerlo al Banc dels Aliments, algo que ha supuesto una mejora en la calidad de los productos, ya que las caducidades eran más largas”, afirma Oriol Dolader.

Récord en el ‘Gran Recapte’

El pasado 21 de noviembre, el Banc dels Aliments celebró el ‘Gran Recapte’, una campaña que se celebra desde hace 12 años que pretende recaudar alimentos básicos como arroz, leche y aceita para un periodo aproximado de tres meses.El ‘Gran Recapte’ de este año ha logrado recaudar un 45% más de lo que se consiguió en el 2019. Manu Mitru/Banc dels Aliments de Barcelona.Esta edición no solo ha sido diferente, sino que también ha sido más necesaria que nunca. La crisis sanitaria ha hecho que este año el ‘Gran Recapte’, que normalmente involucra a unos 30.000 voluntarios repartidos en más de 3000 puntos de recogida, se celebre de otra manera. “No hemos podido hacer una recogida física ya que no podíamos tener a 1000 personas trabajando en una misma nave”, explica el jefe de logística de la fundación.

Es por eso que se ha decidido llevar a cabo una recaudación económica en los diferentes supermercados que participan y en la página web de la entidad. Según datos del Banc dels Aliments, se han recaudado 1,7 millones de euros a través de los canales digitales y tres millones más a través de los puntos de recogida físicos. Unas cifras que suponen un 45% más de lo que se consiguió recaudar en el año 2019. Con esta aportación económica, el Banc dels Aliments llevará a cabo la compra efectiva de alimentos. Tal y como explica Dolader, “cada kilo equivale a 1,56 euros, lo que supone que obtendremos entre siete y ocho millones de kilos en comida. Es una cifra sin precedentes”.

El ‘Gran Recapte’ de este año ha logrado recaudar un 45% más de lo que se consiguió en el 2019. Manu Mitru/Banc dels Aliments de Barcelona.

Objetivo: Más sostenibles

No es la primera vez que Endesa colabora con el Banc dels Aliments. A través de su fundación, la eléctrica ha participado en ediciones anteriores del ‘Gran Recapte’ ayudando a substituir más de 250.000 bolsas de plástico por otras reutilizables y reciclables con el fin de contribuir a la reducción de residuos. “Además, es la compañía la que se encarga de realizar la instalación eléctrica necesaria para acondicionar las naves que usamos durante el ‘Gran Recapte’”, añade Dolader.

El jefe de logística explica que la Fundació del Banc dels Aliments trabaja para lograr ser más ecológicos y sostenibles. “Hemos instalado un diferencial para poder regular el consumo de nuestras cámaras de frío y congelados, ya que suponen un gasto energético importante; también hemos incorporado un sistema de leds en el almacén que baja el consumo de la luz en un 50% cuando no se detecta ningún movimiento; y, finalmente, estamos planeando la instalación de placas solares en la azotea del edificio”, comenta Dolader.