Uruguay

En el kilómetro 45 de la carretera nacional número 3, rodeada de campo, se encuentra la casa de la familia Zubiaga. Allí se crió Agustín, un adolescente que empezó a programar a los 12 años y que tres años más tarde, a principios del 2012, fue uno de los ganadores del Google Code-In, un concurso para jóvenes programadores de 'software libre' de entre 13 y 17 años de todo el mundo.

El Plan Ceibal equipó a todos los alumnos de la escuela pública con un ordenador y conexión a internet

"Conocer Google fue impresionante, era uno de mis sueños", cuenta Agustín con entusiasmo. Como premio, el gigante de internet invitó a los 20 ganadores a conocer las instalaciones de Mountain View, la sede de la compañía. Pero el reconocimiento, además de hacer realidad su sueño de pisar Silicon Valley, traería más cambios a su vida. De la noche a la mañana, Agustín pasó a ser la imagen del éxito del Plan Ceibal, el proyecto gubernamental que convirtió a Uruguay, de tres millones de habitantes, en el primer país del mundo en equipar a todos los alumnos de escuelas públicas con un ordenador y conexión a internet.

El plan, iniciado en el 2007 e inspirado en el proyecto One Laptop per Child (Un Ordenador por Niño) que Nicholas Negroponte presentó en el Foro Económico Mundial del 2005, tenía como objetivo promover la inclusión tecnológica y social para reducir la brecha digital. Un año y medio más tarde, a finales del 2008, el Plan Ceibal ya había entregado más de 175.000 ordenadores y había cubierto prácticamente la totalidad de las escuelas del país.

Según un informe del Departamento de Monitoreo y Evaluación del proyecto, en el 2012 tres de cada cuatro uruguayos tenían acceso a un ordenador. Pero el dato más significativo es la comparativa entre los diferentes sectores de la población. Mientras en el 2006 poco más de la mitad de las personas pertenecientes a la clase alta tenía acceso a un ordenador, esa cifra se reducía al 5% entre los más pobres. Sin embargo, seis años más tarde, mientras el acceso de los más ricos era del 83%, el de la quinta parte menos favorecidos alcanzaba el 73%. Esto se debió en gran medida a la implementación del Plan Ceibal, que además de entregar un millón de ordenadores, conectó al 99% de los centros educativos a internet.

"En síntesis, en el 2006 tener un ordenador con internet era un privilegio y ahora es un derecho". Desde su oficina, Miguel Brechner, director del proyecto, explica como este derecho de los uruguayos -hoy, consumado- pudo llevarse a cabo debido a la autonomía del proyecto y a su coste razonable, equivalente apenas al 5% del presupuesto educativo.

La imagen de los escolares cargando sus ordenadores ya forma parte del paisaje nacional. Sin embargo, como afirma el ingeniero que propuso el plan al presidente Tabaré Vázquez en el 2006: "Estamos en un 20 o 25% [de implementación del plan] y ahora el gran desafío es la integración de la pedagogía y la tecnología".

En la zona de Cebollatí, en el departamento de Lavalleja, a unos 200 kilómetros de Montevideo, se encuentra, aislada en medio de la pradera, una construcción amarilla con techo de chapa. Es la escuela rural Nº30, un pequeño refugio sin conexión eléctrica ni agua corriente que acoge a siete estudiantes. Un pequeño grupo de niños que han crecido en el Uruguay profundo y que cada día recorren varios kilómetros para ir a la escuela.

"Con los ordenadores los niños se han vuelto más autónomos"

Pero a pesar de las dificultades, Marta Fernández, la maestra de la escuela, sabe que la Nº30 no es de las más desfavorecidas, y que en el país aún quedan 86 escuelas sin corriente eléctrica. La suya, en cambio, hace más de cuatro años fue conectada a un panel solar que genera energía suficiente para iluminar la clase, escuchar música, conectar el teléfono y alimentar el servidor de internet.

Y es que hasta aquí ha llegado el Plan Ceibal. Al menos una hora, cuatro días por semana, los alumnos de Marta trabajan con la mirada fija en las pantallas de sus 'laptops' XO, esas pequeñas máquinas que hace apenas un año acercaron el mundo a su aula. "Antes eran más dependientes, pero ahora con las XO los niños se han vuelto más autónomos" afirma. Pero si bien Marta reconoce los beneficios del plan, como la inmensa mayoría de los profesores y maestros del país, también tiene sus críticas.

La falta de formación de los docentes y los malos resultados en las pruebas PISA, consecuencia de décadas de crisis en el sistema educativo, son la tónica de las críticas al Plan Ceibal. Pero otros aspectos como el alto índice de desperfectos de las máquinas se han ido solucionando y actualmente el 70% del parque está en funcionamiento. En el barrio del Cordón, ubicado en el centro de Montevideo se encuentra ServiInfo, una de las empresas que se encarga del mantenimiento de las XO. Allí llegan diariamente cientos de ordenadores averiados que, en menos de 72 horas deben estar de regreso a manos de sus dueños.

Actualmente, gran parte de los ordenadores que se entregan, si bien están impecables, son reciclados

Pero inicialmente este proceso también tuvo sus complicaciones. "El primer año no notamos la falta de recambios, pero en el segundo sí, y al final nos dimos cuenta que los ordenadores viejos eran una fuente de repuestos", explica el gerente, Alejandro Danielián. Cuando los XO empezaron a ser retirados, tras cuatro años de vida útil, los componentes empezaron a ser reutilizados y pronto se desmantelaron miles de ordenadores. Con el tiempo se decidió empezar a reconstruir los 'laptops' y actualmente, gran parte de las XO que se entregan, si bien están impecables, son recicladas. Un nuevo y revolucionario proceso que "no solo significó un enorme ahorro económico sino también ambiental".

Si bien las XO son la cara visible del proyecto, infraestructuras como la conexión a internet tienen un rol determinante. La Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL) es el ente que garantiza que el 99% de los centros educativos estén conectados y que gran parte de ellos lo hagan a través de la fibra óptica. Además del Plan Ceibal, el ente público es responsable de que el 62% de los hogares uruguayos cuenten con conexión a internet y que, en el 25% de los casos, sea a través de fibra óptica, tecnología que llegará a todos los centros del país en el 2015.

Iniciativas como la fibra óptica o la implementación de las tecnologías de telefonía móvil de cuarta generación han colocado al país a la vanguardia regional en materia de telecomunicaciones y han fortalecido aún más la ya reconocida industria de 'software'. Y es que, a pesar de su tamaño, Uruguay es el tercer país exportador de América Latina, con cerca de 300 empresas aglutinadas entorno a la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) que emplean a más de 11.700 profesionales. Un sector que supone el 2% del PIB y cuya mayor dificultad es la falta de mano de obra especializada.

Carolina Cosse, presidenta de la Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL)

Pablo Salomón, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI)

El videojuego 'Kingdom Rush Frontiers' alcanzó en junio del 2013 el primer puesto en el 'ranking' de descargas para iPad en 40 países

Si bien la falta de mano de obra es un problema que afecta a toda la industria de 'software', quizás el área más afectada, por su complejidad, sea la de los videojuegos. Un sector relativamente nuevo que se ha expandido hasta alcanzar la decena de empresas y varios juegos exitosos a nivel mundial como la versión 'Kingdom Rush Frontiers' que en junio del 2013 llegó al primer puesto en el 'ranking' de descargas para iPad en 40 países. Álvaro Azofra, uno de los tres directores de la empresa Ironhide y creador del juego cree que, a pesar del relativo éxito del sector, hace falta un mayor espíritu emprendedor para crear productos innovadores.

Álvaro afirma que crecer dentro de la industria de los videojuegos en Uruguay no es fácil. Además del necesario espíritu emprendedor, aspectos como el tamaño del mercado, los altos costes de los dispositivos tecnológicos y la falta de personal especializado son algunas de las dificultades que los nuevos desarrolladores deben afrontar.

Por eso, Fernando Sansberro, director de la empresa Batovi Game Studio, fundó hace tres años, junto a sus compañeros de trabajo, una carrera técnica de dos años centrada en el desarrollo de videojuegos. Un esfuerzo que ha valido la pena ya que actualmente, algunos de los titulados trabajan en su empresa, que no ha dejado de expandirse desde su creación.

Fernando Sansberro, director de Batovi Game Studio

Gonzalo Frasca, diseñador e investigador académico de videojuegos

"A pesar de que el sector sigue siendo pequeño, Uruguay está bien posicionado", afirma Gonzalo Frasca, diseñador e investigador académico, que ha tenido clientes como Cartoon Networks o Disney y cuyo blog, 'Ludology.org', es una publicación de referencia en el ámbito académico. Y es que para el tamaño del país, el número de empresas y de juegos exitosos creados han situado a Uruguay en el mapa mundial de los videojuegos.

Mientras tanto, Agustín Zubiaga desarrolla su primera aplicación, con la que espera tener el éxito para poder dedicarse definitivamente a su gran pasión. "Para mí Ceibal fue muy importante porque sin él no hubiera ganado el premio ni nada de esto", afirma sonriente desde el salón de su casa, en el quilómetro 45 de la carretera nacional número tres.