Calafell

Sol, platja, literatura i tradició

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Hacia finales de los años 70, Calafell se convirtió en un destino de primer orden para el turismo de sol y playa. Familias de Barcelona y alrededores se acercaban a este rincón especial de la Costa Dorada para disfrutar de sus aguas poco profundas y de su arena fina.

Hoy, 5 décadas más tarde, Calafell mantiene su atractivo y lo hace en base a múltiples factores: sus playas, servicios de calidad, gastronomía con productos del mar, una amplia oferta de actividades lúdicas y un importante patrimonio histórico y cultural. Todo esto en una zona privilegiada, a pocos kilómetros de Barcelona y Tarragona y cerca de PortAventura.

Propuestas de ocio para todos

A lo largo de sus 5 km de playas, los visitantes pueden encontrar una gran variedad de propuestas de ocio y entretenimiento vinculadas al mar, desde vela, surf, o pádel surf, hasta rutas en catamarán. Todo esto frente a un Paseo Marítimo que siempre está lleno de animación, con restaurantes y establecimientos comerciales que tienen vida y movimiento en cualquier época del año.

Pero no todo acaba en el mar. También hay actividades terrestres que cuentan con muchos seguidores, como rutas en BTT por los alrededores, senderismo, golf, propuestas de marcha nórdica y deportes tradicionales. Una de las singularidades de Calafell es el espectáculo del Bote salvavidas que los tripulantes vuelcan y hacen girar expresamente para devolverlo a su posición. También hay práctica deportiva con embarcaciones tradicionales, como los famosos Llaguts y Vogadors de Calafell y las barcas de vela latina.

Conectados con la historia

Al margen de las actividades de ocio, Calafell esconde grandes tesoros históricos. Íberos, romanos, árabes, señores feudales... todos dejaron su huella en este municipio de la Costa Dorada, y esto se hace visible en lugares como la ciudadela Ibérica, el castillo de la Santa Creu, la iglesia de San Miguel o el Centro de interpretación del Calafell Pescador.

Otro aspecto destacado de Calafell son sus vínculos con la literatura hispanoamericana. El editor Carlos Barral, una de las personalidades más emblemáticas de esta población costera, llevó hasta Calafell a grandes nombres de las letras hispanas, como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, José Agustín Goytisolo o Bryce Echenique. Todos estos recuerdos se pueden conocer de primera mano en la Casa Barral, una de las construcciones más características del Paseo Marítimo.