Los oligarcas rusos en España

Las sanciones de EEUU, la UE y Reino Unido que llaman a congelar activos a los oligarcas rusos del entorno del Kremlin, muchos de los cuales hicieron fortuna con industrias privatizadas tras el derrumbe de la Unión Soviética, han puesto en alerta al “entramado paraestatal” de Vladimir Putin. Los multimillonarios se afanan durante los últimos días en mover o vender bienes e inmuebles antes de que se vean paralizados por las sanciones.

Mikhail Fridman

En España, tiene intereses uno de los oligarcas más cercanos al Kremlin sobre los que pesa ya la espada de Damocles de la Unión Europea. Se trata del magnate Mikhail Fridman, dueño del 77% del accionariado los supermercados Dia y del banco ruso Alfa Bank.

Fridman, al que en la actualidad investiga la Justicia española, es dueño de una fortuna que Forbes cifra en 11.700 millones de dólares. Se da la circunstancia de que la Audiencia Nacional podría llamarle a declarar en medio de la invasión de Rusia a Ucrania sobre el supuesto vaciamiento de la multinacional española del software Zed Worldwide.

El oligarca es considerado por la UE como "uno de los principales financieros de Rusia y facilitador del círculo más próximo a Putin", aunque ha tratado de desmarcarse de la decisión de Putin de invadir Ucrania.
También ha buscado desaparecer de la cúpula de Dia, dejando el consejo de LetterOne, la instrumental con la que tomó los supermercados en febrero de 2019. Stephane Ducharme, ejecutivo germano-americano alfil de Fridman, sin embargo, sigue controlando la cadena de distribución.

Vagit Alekperov

Otro de los oligarcas sobre lo que pesan las sanciones, en este caso de EEUU, es el multimillonario Vagit Alekperov, exviceministro del Petróleo de la Unión Soviética y presidente y máximo accionista de Lukoil, la segunda petrolera de Rusia.
Alekperov, de 72 años, creó este emporio a partir de tres campos de petróleo caucásicos que le cayeron en las manos cuando la URSS se disolvió.
El empresario pertenece al núcleo más próximo a Putin. La mañana del 24 de febrero, de hecho, tras iniciarse el ataque a Ucrania, el presidente ruso llamó a Alekperov a su presencia, junto con otros 12 oligarcas.

Dos días después de reunirse con Putin, el gran gasolinero empezó a tomar precauciones: a las 13:21 zarpó del puerto de Barcelona su yate de 70 metros de eslora Galáctica Super Nova.

Hoy el buque, construido en astilleros de lujo holandeses en días de vino y rosas, reporta al sistema internacional de localización que está fondeado frente al puerto de Tivat, en Montenegro.

Dejó Alekperov el puerto de Barcelona, pero no del todo. En el Delta 1 luce el logotipo rojo de Lukoil su último gran negocio visible en España. Son 14 grandes depósitos, y otros 11 menores, capaces de guardar 350.000 litros de hidrocarburos en la calle Port de Lagos.
Los tiene Alekperov a medias con la petrolera española Meroil, en una firma mixta; se llama Meroil Tank y se registró hace ahora doce años en forma de sociedad limitada. Cada socio puso 50 millones de euros para construir los depósitos; los rusos, a través de Litasco, sociedad de trading con sede en Suiza.

En abril de 2012, inauguraron Meroil y Lukoil lo que prometía ser gran hub petrolero del puerto barcelonés, con miras al Mediterráneo y el Norte de África.
Portavoces de la catalana Meroil aseguran que en esos tanques de almacenamiento “apenas se guarda un 5% de hidrocarburo ruso”. “Se construyeron para alquilar espacio de almacenamiento, y los rusos no gestionan, solo participaron en el capital”, aseguran en la compañía.

Andrey Molchanov y Sergey Chemezov

Otros dos magnates tienen intereses en España, aunque pueden hacerlos desaparecer en cualquier momento: las sanciones de la UE, que además no afectan por ahora a estos dos oligarcas, no impiden mover los bienes, sino que solo prohíben su comercialización.

Se trata de Andrey Molchanov y Sergey Chemezov. El primero, magnate de la construcción y del negocio inmobiliario que ha ocupado varios cargos públicos bajo el paraguas de Putin, tiene su megayate, el Aurora, atracado en el Puerto de Barcelona.

Allí, concretamente en el astillero de MB92 del Puerto, donde recalan los barcos más lujosos del mundo para someterse a labores de mantenimiento y refit, también está el megayate de Chemezov.

Este oligarca es un viejo amigo del autócrata ruso desde que ambos trabajaran para la KGB en la Alemania Oriental, y ahora está al frente del conglomerado público Rostec, una de las piezas clave del complejo militar-industrial ruso.

Roman Abramovich

Quien también tenía atracado hasta el martes su megayate en el astillero MB92, que que tiene capacidad para albergar a la vez 25 barcos de gran tamaño, era Roman Abramovich.

Pocas horas antes de que Reino Unido impusiera sanciones contra el dueño del Chelsea y de la mayor parte del accionariado del gigante del acero Evraz PLC, el oligarca próximo a Putin llevó su yate My Solaris, de 140 metros de eslora, hacia el este del Mediterráneo, concretamente a un puerto de Montenegro.

Viktor Vekselberg

Por último, en el Puerto de Palma de Mallorca, otro millonario ruso tiene atracado su yate, el Tango. Se trata de Viktor Vekselberg. Nacido en Ucrania y amigo de Putin, es uno de los hombres más ricos de Rusia; en concreto, el cuarto.
Según la revista Forbes tiene una fortuna de 9,3 mil millones y ocupa el puesto 262 en el listado de personas más ricas del mundo.

Posee el emporio de aluminio más grande del mundo y fue el responsable de crear el Silicon Valley ruso.

Vekselberg es presidente de la empresa de gestión de activos Renova Group y en 2018 fue sancionado por EE UU por ser uno de los oligarcas cercanos a Putin.

Su barco atracado en España, el Tango, valorado en unos 150 millones de euros, cuenta con 77 metros de eslora.


Este reportaje se ha publicado en EL PERIÓDICO el 14 de marzo de 2022.

Textos: J.J. Fernández, R. Mir de Francia, M. Elena Vallés y R. Bécares