
Europa aprobó el año pasado un total de 54 fármacos, la cifra más alta en los últimos cinco años
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado en los últimos cinco años -de 2017 a 2021- un total de 200 nuevos medicamentos, siendo el pasado el año con más aprobaciones de este lustro, con hasta 54 fármacos completamente nuevos. Este dato pone de manifiesto que, pese a la pandemia provocada por el coronavirus, la innovación biomédica y el compromiso de las compañías farmacéuticas con la investigación ha seguido avanzando de manera imparable.
Las áreas terapéuticas que han contado con más aprobaciones en los últimos meses han sido oncología (12), vacunas y tratamientos contra la covid-19 (7) y hematología y neurología (5). Por su parte, inmunología, reumatología, endocrinología, cardiovascular, metabolismo, dermatología, oftalmología, infecciosas, reproducción y gastroenterología han visto también aumentado su arsenal terapéutico.
En concreto, un 35% de las 54 novedades terapéuticas (19) han sido categorizadas como medicamentos huérfanos, es decir, aquellos tratamientos destinados para pacientes con enfermedades raras o poco frecuentes, un hecho que demuestra el impulso en los últimos años de la investigación por parte de la industria farmacéutica innovadora en este terreno.
Asimismo, seis medicamentos obtuvieron el año pasado la designación Prime, que es el programa de la EMA que tiene como objetivo agilizar el acceso de los pacientes a medicamentos prometedores dirigidos a patologías con necesidades médicas no cubiertas mediante un procedimiento acelerado de evaluación para su posterior aprobación.
Medicamentos completamente nuevos
Por otro lado, un hecho a destacar en relación a la investigación de nuevos medicamentos es que el 69% de los casi 8.000 fármacos que se encuentran actualmente en fase de desarrollo son totalmente nuevos o ‘first-in-class’. Es decir, fármacos con mecanismos de acción diferentes a las terapias que existen en el mercado y, por tanto, con un gran potencial de mejora de la salud de los pacientes, según las conclusiones del informe Innovation in the Biopharmaceutical Pipeline, realizado por la consultora estratégica Analysis Group para la patronal americana de la industria farmacéutica, Phrma.

Este porcentaje llega a ser del 80% en las fases anteriores a la investigación en humanos, pero decae porque, como recuerda el propio informe, la investigación de nuevos medicamentos es un proceso largo, complejo y costoso en el que menos del 10% de los fármacos en desarrollo que logran alcanzar la fase clínica, cuando se prueban con pacientes, son finalmente aprobados por las agencias reguladoras. “La cartera actual de potenciales medicamentos de la industria farmacéutica innovadora es abundante, diversa y francamente prometedora para los pacientes. La alta proporción de proyectos que tienen el potencial de ser el primero en su clase refleja el crecimiento científico que promueve este sector y su compromiso con la I+D”, destaca Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica en España. Las áreas terapéuticas que cuentan con un porcentaje mayor de potenciales medicamentos ‘first-in-class’ son Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, neurología, psiquiatría, diabetes y cáncer.
Como ha mostrado la pandemia de coronavirus, los medicamentos y las vacunas se han convertido en el gran instrumento terapéutico de los sistemas sanitarios desarrollados por ser el arma más efectiva para combatir, paliar y curar enfermedades. Así, varios estudios demuestran que su uso está directamente relacionado con el aumento de la esperanza de vida y hasta el 73% de este aumento en los países desarrollados se debe directamente a la aparición de nuevos medicamentos.